Descripción
Este libro es resultado de un vasto trabajo de investigación y de rescate de la colección Nosotros los chilenos, publicada por la editorial estatal Quimantú entre los años 1971 y 1973.
Según señalan sus autores, este fue un proyecto cultural, político y estético, y uno de los “más radicales y democratizadores del período” que, a través del libro logró visibilizar a aquellos sujetos ausentes de la historia oficial, proponiendo así “una lectura del país novedosa, diversa y emancipadora”.
Como parte de un momento histórico de grandes contiendas y transformaciones, esta inédita experiencia editorial es examinada en este escrito desde una mirada crítica, buscando proponer nuevas lecturas y algunas respuestas a los desafíos culturales del presente.
Esa mirada incluye una revisión de las disputas de la época en torno a la identidad, la cultura y la política, sus relaciones con el proyecto editorial, y el rol del Estado en los procesos de democratización cultural, así como un rescate de la visualidad de la colección a través del análisis de las numerosas imágenes que fueron una parte sustantiva de cada una de las publicaciones de la colección.
Esta obra es parte de un proyecto más amplio, que ha permitido digitalizar y poner a disposición del público la totalidad de la colección en el sitio web www.nosotrosloschilenos.cl
Fragmento del texto
Resignificamos el valor patrimonial de los libros de la colección Nosotros los chilenos, en cuyas páginas encontramos una lectura del país novedosa, diversa y emancipadora. Nos interesa, asimismo, estudiar las diversas disputas en torno a la cultura y la política durante
la Unidad Popular y, específicamente, sobre este proyecto editorial. Las siguientes son las preguntas que nos han guiado en este trabajo: ¿de qué manera Quimantú representa los debates ideológicos y políticos relacionados con la cultura durante la Unidad Popular?, ¿cómo influyó la colección Nosotros los chilenos en las controversias sobre la identidad nacional?, y ¿qué elementos buscó visibilizar en la disputa política en torno a la identidad?
Como hipótesis sostenemos que la editorial Quimantú constituyó uno de los proyectos culturales y colectivos más radicales y democratizadores del período. Con un afán popular, a través del libro logró vehiculizar una noción de país que visibilizó a aquellos sujetos ausentes de la historia oficial. Por otro lado, la discusión en torno a la cultura durante la UP estuvo marcada por un conflicto entre intelectuales y partidos políticos, problema que se observa en las publicaciones de la editorial. Al mismo tiempo, representó una parte de las contribuciones y debates políticos realizados al interior de la Unidad Popular dando visibilidad a las diversas corrientes a través de los libros y revistas publicadas, insertándose, además, en las discusiones intelectuales protagonizadas por otras publicaciones y referentes como Cormorán —que circuló hasta diciembre de 1970— y el Centro de Estudios de la Realidad Nacional (Ceren).
En cuanto a la colección, sostenemos que su línea editorial buscó recodificar la identidad nacional. A través de sus textos y fotografías abordó temáticas que daban cuenta de la diversidad que caracterizaba al territorio y al pueblo chileno, y también sucesos de alcance nacional, a través de relatos que enseñaban la geografía y composición cultural del país, desde una perspectiva anclada al proyecto político-ideológico de la izquierda agrupada en la Unidad Popular.
Este libro busca analizar de qué manera la experiencia de la editorial Quimantú se expresó en la colección Nosotros los chilenos. De ello, se desprenden dos objetivos específicos: analizar el rol y lugar de la editorial en el álgido debate sobre la cultura durante la UP, a través de documentos públicos u oficiales y las revistas ya señaladas; y analizar los discursos y representaciones presentes en la colección. La intención de este trabajo es revisitar un proyecto impulsado desde el Estado como promotor de cultura en un momento histórico y, sobre todo, recuperar la mirada presente en las páginas de estas obras que expresan la diversidad de la identidad nacional, mediante un recorrido por el país, sus territorios y los sujetos que los habitan, cuyas vidas habían estado ausentes de la historia nacional.
Este trabajo es una revisión y análisis histórico-fotográfico de la Colección Nosotros Los Chilenos y consta de dos partes. La primera expone el contexto de la época, el marco teórico sobre cultura e identidad y los debates políticos en torno estos temas durante la Unidad Popular. Este análisis se construyó a partir de una perspectiva historiográfica, donde revisamos de qué manera la experiencia de la editorial se inserta en el debate sobre la cultura y la política. Así mismo, abordamos la relación entre Estado y cultura, la visión del arte y la discusión que se generó en los setenta entre la cultura militante y la cultura intelectual.
La segunda parte del libro presenta un análisis histórico y estético-visual de la colección Nosotros los chilenos, considerando los distintos elementos de la identidad y el relato sobre los sujetos que buscaba visibilizar a través de la fotografía, y las diversas concepciones respecto al pueblo de Chile.
Fragmento del prólogo
Este libro tiene el mérito de rescatar las fotografías de la colección, y considerarlas no como una mera ilustración del discurso o reflejo de lo real, sino como un eje central del dispositivo editorial. La fotografía, en efecto, es explorada en tanto que prueba, pero también en tanto que discurso que pone ciertos elementos en relieve y oculta otros. Esta mirada crítica sobre el uso de recursos visuales e impresos en Nosotros los chilenos, pero también con respecto a Quimantú en general, es necesaria y bienvenida. Muchas veces, la afinidad política con el proyecto político de la Unidad Popular ha impedido ver las tensiones existentes y los procedimientos utilizados para producir, a través de la editorial, una verdadera subjetivación socialista. Estos, con sus luces y sombras, con su claridad e indefinición, nos permiten entender mejor cuáles fueron las estrategias de identificación utilizadas y, también, los posibles puntos que generaban roces entre los discursos ideológicos y las prácticas políticas y culturales de los sujetos populares.
Este libro nos ayuda a entender que, más que en obras determinadas, la política cultural de la Unidad Popular se jugaba, también, a nivel de procedimientos y materialidades. En el caso de Quimantú, la política cultural se expresaba a través del funcionamiento mismo de la editorial, considerada como un ejemplo de participación de los trabajadores en el proceso de decisión y de producción; en la elaboración de discursos didácticos que acompañaban el proceso político pero que, también, orientaban las interpretaciones sobre la historia y la literatura; y en la forma en que se concebían materialmente las publicaciones. En este sentido, Quimantú emerge como un ejemplo notable de cómo un proyecto político puede expresarse a través del diseño de objetos impresos. A modo de ejemplo, Joaquín Gutiérrez, director de la División Editorial de Quimantú, mencionaba en una entrevista que las colecciones literarias se diseñaban imitando la literatura folletinesca. Se buscaba, así, generar una primera impresión que acercara al lector popular desde las mismas prácticas de consumo cultural que se querían erradicar. Esta sutileza en los dispositivos materiales de la cultura impresa también está presente, ciertamente, en Nosotros los chilenos. De hecho, su visualidad moderna y atractiva integraba el lenguaje de los fotorreportajes al discurso político de la Unidad Popular, generando productos que, en su estética y materialidad, eran similares a los más atractivos productos del capitalismo, pero desviándolos discursiva e ideológicamente para otros fines.
Este libro, y la colección que estudia, nos plantea, creo, una pregunta más de fondo. Ahí donde la colección de Quimantú respondía con aplomo “Nosotros”, hoy parece urgente, y complejo, responder a la pregunta sobre quiénes somos los chilenos. Es común ver en la televisión comerciales que replican estrategias hoy convertidas en cliché: diversidad de paisajes, diversidad de personas y oficios. De alguna manera, se ha fosilizado el procedimiento de Nosotros los chilenos, pero despojándolo de su proyecto político. No se acompaña a estas imágenes de un discurso que se articule con categorías de lo social. Algo de este enredo se observó en los debates de la rechazada nueva Constitución. Como si la pregunta por la identidad, por sus mínimos comunes u horizontes colectivos, siguiera presente, este libro nos pregunta: ¿cuáles son las imágenes, los medios, los dispositivos editoriales y materiales, las “pruebas”, las categorías, que serían necesarias para proponer algo así como un “pueblo” hoy en día? Si bien la palabra “pueblo” ha vuelto al discurso político, la discordancia entre quienes utilizan la palabra y los resultados del plebiscito de salida nos muestran que la identificación nacional y la pertenencia política no se articulan de manera evidente. En esto, el libro que el lector tiene entre sus manos es tremendamente valioso. Podamos o no obviar estas categorías e identidades, una reflexión sobre sus modos de producción y circulación en nuestro contexto es fundamental. El acceso y producción de nueva cultura pasa, creo, por hacerse y trabajar estas preguntas, aunque no haya respuesta fácil a ellas.
Cristian Andwandter es Doctor en Teoría de la Literatura y Ciencias Humanas, Université Paris Diderot- Paris 7, Francia. Docente e investigador de la Universidad Adolfo Ibáñez.
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