Economía o vida

𝙅𝙖𝙫𝙞𝙚𝙧𝙖 𝙈𝙤𝙣𝙙𝙖𝙘𝙖 
Desde 2016 se dedica a la traducción principalmente en 
temas de ecología y reproducción de la vida cotidiana 
en el contexto de la crítica a la economía política. 
Es editora del proyecto 2&3DORM.

El análisis marxiano de la explotación específica que sufren las mujeres (y también los hombres y los niños y niñas) en el terreno de la reproducción es solo una forma de aproximar la cuestión, una que resulta particularmente útil, pues permite correr el velo que oculta toda una esfera de relaciones de producción (las relaciones familiares y de prostitución) que son fundamentales para sostener la dictadura de la ganancia. Lo central es esto: es necesario que alguien asuma todo el trabajo implicado en producir y reproducir —material e inmaterialmente— a los individuos como fuerza de trabajo y es necesario que lo haga gratis, como parte de su naturaleza. Esto significa no solo que la separación, basada en el valor, entre la producción y la reproducción es solo una separación formal, pues a nivel real ambas funcionan dentro del proceso de valorización, sino también que estructuralmente el capitalismo debe desvalorizar la reproducción de la vida para mantener el crecimiento y la acumulación de riqueza abstracta. Solo podremos superar la irracionalidad represiva y destructiva de la relación de separación basada en el valor transformando las condiciones de la (re)producción material al nivel del conjunto de la sociedad, haciendo de las necesidades concretas y de la conservación de las condiciones naturales de vida una finalidad en sí misma. Esto no es una tarea para «después de la revolución», su puesta en marcha, aquí y ahora, es el proceso que lleva a la superación de lo que nos explota y oprime. El texto a continuación es una adaptación de la intervención realizada en el lanzamiento de «El arcano de la reproducción: amas de casa, prostitutas, obreros y capital» de Leopoldina Fortunati. Para una elaboración más acabada de los temas centrales de esta obra consulte el video del mismo nombre.

Me sumo a la alegría que han expresado todas por la realización de este encuentro. Y además quiero manifestar mi agradecimiento a las personas que han hecho posible este momento empezando por Leopoldina porque desde el principio depositó plena confianza en mi trabajo y ha derrochado una paciencia inagotable para responder a todas mis preguntas a lo largo de estos años que llevamos conociéndonos. Y también quiero agradecerle especialmente por haberme inspirado e incitado a escribir y a practicar la crítica como un medio de intervención consciente sobre mi vida. Además me gustaría expresar mi gratitud hacia Silvia por haber aceptado la invitación a escribir un prólogo para la edición chilena del libro de Leopoldina y por aceptar participar en este lanzamiento. Y por último quiero agradecer a todo el equipo de Tiempo Robado, incluyendo a las editoras, Claudia y Gloria, a la diseñadora, Paula Bravo, y a la correctora de estilo, Jennifer Abate, por todo el entusiasmo, diligencia  y rigurosidad que han puesto en este proyecto. Realmente ha sido un placer trabajar con ellas.

Me parece que ya se ha dicho casi todo lo importante con respecto a la obra de Leopoldina y solo quiero agregar cuáles fueron mis motivaciones personales para enfrentar el desafío de traducir su libro.

Me interesé en esta obra gracias al trabajo de otra compañera que se llama Maya Gonzalez, que en el 2013 publicó en inglés un artículo llamado «El circuito basado en el género: leyendo El arcano de la reproducción». Les recomiendo a todos este texto como un preámbulo al libro de Leopoldina,  especialmente si no están tan familiarizados con la crítica de la economía política de Marx, porque aquí Maya apunta de manera bastante clara a los descubrimientos centrales de la teorización de Leopoldina y además revela la importancia histórica y política de sus descubrimientos. Pueden encontrar este texto en línea en inglés en la revista Viewpoint y también en español en un cuadernillo publicado por 2&3DORM llamado «La lógica del género y la comunización», que pronto tendrá una tercera edición revisada y corregida.

En El arcano de la reproducción, Leopoldina usa el arsenal de categorías que Marx ofreció para analizar la sociedad capitalista, pero sin deferencia por el autor, es decir, de una manera no dogmática, para explorar en detalle algo que él no trató: cómo se reproducen los individuos en la sociedad en la que están reducidos a ser una mercancía, en particular, la mercancía fuerza de trabajo. Y al hacerlo, necesariamente tenía que ir más allá de Marx (y a veces contra él) y proponer otras categorías. En particular, propuso una categoría específica de trabajo, el trabajo no-directamente asalariado, y mostró el sujeto histórico principal (pero no suficiente, como explica en su libro) a quien se le asigna este trabajo: la obrera de la casa y del sexo, que aparecen ante el trabajador como el ama de casa y la prostituta.

Estos conceptos son útiles porque permiten asimilar que la explotación no solamente ocurre en el proceso de producción, sino que también hay apropiación de trabajo en el proceso de reproducción. Y es necesario que esta explotación ocurra de manera indirecta —a través de la mediación de los propios individuos que forman parte de la unidad familiar—, es necesario que el trabajo reproductivo que aquí se provee —desde cocinar y limpiar, pasando por dar afecto y funcionar sexualmente, hasta tener hijos y criar— aparezca como no-trabajo, aparezca como prestación personal de servicios, es necesario que se plantee como derroche de una fuerza natural (o innatural, en el caso de la prostituta) del trabajo social que no le cuesta nada al capital, justamente, para sostener el sistema de robo de energía humana que mantiene andando el proceso continuo de valorización que está transformando el planeta en un basural y nos está haciendo enfrentar aquí y ahora el riesgo de extinción.

Al apuntar a la centralidad de la esfera de la reproducción en el proceso de acumulación capitalista, Leopoldina no solo revela el conjunto de relaciones socioeconómicas que forman el armazón de la sociedad del capital, sino que también apunta a la vida cotidiana como territorio de lucha mostrando que para superar ‪el modo de destrucción capitalista se necesita de otra dinámica de vida, una que tenga continuidad en todos los niveles de la realidad, esto es, tanto en la producción como en la reproducción —las que solamente con el desarrollo del capitalismo se viven como dos esferas separadas—.

Creo que esta última idea es la que puede resultar más relevante en el momento actual porque durante la insurrección del 2019, donde se manifestó un rechazo colectivo a la forma de supervivencia a la que nos obliga la sociedad capitalista (es decir, transformarnos en máquinas de trabajo y de consumo), se volvió una certeza para todos que la «normalidad era el problema» y que era necesario un cambio total, una revolución en punto cero, usando las palabras de Silvia, para superar el dilema al que nos arroja esta forma de (re)producción y que la pandemia iluminó de manera más punzante: economía o vida.

Libro El arcano de la reproducción. Amas de casa, prostitutas, obreros y capital. Leopoldina Fortunati.