Sentires sobre el libro azul de Gilda Luongo

Presentación de Paso de Pasajes Critica Feminista
Archivo Nacional de Santiago, miércoles 5 de diciembre de 2018

por Majo Lizana Varela

Era el mes de mayo del año 2012 cuando un grupo de jóvenes, y no tan jóvenes feministas, sentimos el compromiso de preparar el camino para el próximo encuentro nacional feminista, que se realizaría en la ciudad de Valparaíso en noviembre de ese año[i]. Digo que sentíamos esa necesidad porque no siempre los espacios feministas nos encuentran.  A esa altura ya habían pasado varios años desde el último encuentro de esas características[ii] y muchas coincidíamos en la  urgencia de volver a enredarnos. Sentí la responsabilidad de participar activamente en la organización del “Encuentro de la Diversidad Feminista”, y así lo hice, lo hicimos, cuando en mayo de 2012, en una apuesta que tenía el simple objetivo ir poniéndonos en contacto, rehacer la historia,  mirarnos e intercambiar experiencias políticas e históricas de camino al encuentro, comenzamos a juntarnos primero en el Bon Voyage, un café en el barrio Italia, y luego en el espacio solidario de Fondo Alquimia[iii].

Fue así que en una de esas citas feministas nos reencontramos con Gilda para no separamos más. Años antes, en 2003, había conocido a Gilda como profesora invitada del Diplomado de Género y Sexualidad, en Centro de Estudios de Género y Cultura en América Latina (CEGECAL) de la Universidad de Chile.

No sé si Gilda fue o no al encuentro en Valparaíso, no lo recuerdo. Lo que sí recuerdo es que más que para encontrarnos, ese encuentro, nos sirvió para desencontrarnos. Sin embargo las primeras hebras de la complicidad, entre nosotras, ya estaban echadas.

Luego, un año después para ser exacta, del (des)encuentro en Valparaíso, vino en Encuentro “Desencuentros Feministas”[iv] y ahí sí recuerdo a Gilda como una de las panelistas en el conversatorio “¿El Feminismo que queremos?”. Fue un espacio fluido para refrescar los temas, los acentos feministas, los discursos, la historia y la política feminista en este territorio.

Para mi “Paso de Pasajes”, el libro que hoy presentamos de Gilda Luongo, sigue esta huella histórico-política que no es lineal, ni cíclica, es puro tiempo presente. Es un caminar constante, aquí y ahora. Caminar la crítica, bordear las fronteras desde el nomadismo disidente, desde el no lugar el borde, del ir y venir de los colectivos y articulaciones. De las distancias y límites con la institucionalidad académica. Ya en las primeras páginas nos aclara “insisto, soy responsable de este escrito porque soy responsable de mi vida” (Luongo, 2018, p.28).

Paso de Pasajes es un recorrido por la escritura crítica de una lectora voraz, una nómada ávida. Que escribe tejiendo, de quien va haciendo tramas y complicidades, entre trazando textos. Paso de Pasaje es una invitación a dejarse llevar en un cruce de imágenes y cuerpos: mujeres diversas, memorias, resistencias, escrituras de sí, crítica feminista y columnas de opinión.

Su boca generosa puesta en la defensa de la libertad de las mujeres en un país que solo nos niega, una y otra vez el derecho a ser libre y decidir, Gilda afirma “las sujetas que protagonizamos la escena proaborto estamos todavía marcadas por una carga cultural que nos impide ejercer la soberanía plena sobre nuestros deseos y cuerpos. Estamos interdictas porque así el sistema androcéntrico-capitalista sexo-género se asegura de que las mujeres permanezcamos bajo el yugo patriarcal. Esto es una constatación que subyace a cualquier impulso para instalar el debate político tradicional al respecto” (Luongo, 2018, p.405).

Sentir el libro azul de Gilda me trae la voz Carmen Tafolla[v] cuando dice:

Nunca escribas a lápiz,
m´ija.
Eso es para aquéllas
dispuestas
a borrar.

Deja tu marca orgullosa
y abierta
valiente,
la belleza envuelta en
su imperfección,
como una pieza  turquesa
marcada.

Nunca escribas a lápiz,
m´ija.
Escribe con tinta
o lodo
o moras sembradas en
en jardines sin dueño,
o, a veces
cuando sea necesario,
con sangre.

Gracias Gilda por las hebras, por las complicidades, por los abrazos y por el paso crítico.

[i] El Encuentro Nacional Feminista del año 2012, tuvo por nombre “Encuentro de la Diversidad Feminista” y se realizó en el Centro Cultural Ex Cárcel de la ciudad de Valparaíso.

[ii] El anterior Encuentro Nacional Feminista se había celebrado en la ciudad de Olmué, en la región de Valparaíso, entre el 24 y el 27 de julio de 2015. Este encuentro abriría mi historia en los encuentros feministas.

[iii] Fondo Alquimia es una organización Feminista que tiene por misión movilizar recursos para financiar el activismo por los derechos de las mujeres y niñas en Chile.

[iv] Los “Desencuentros Feministas”, se realizaron en la ciudad de Santiago los días 26 y 27 de Octubre de 2013, en el Centro Cultural Manuel Rojas, ubicado en el barrio Yungay. Esta instancia resultó completamente autogestionada y del trabajo conjunta de diversas activistas feministas y disidentes sexuales, convocadas post encuentro nacional feminista 2012.

[v] Carmen Tafolla es una poeta chicana,  el poema que cito se llama Marcada y fue traducido por Claire Joysmith.

Texto también disponible en el sitio Biblioteca fragmentada